KÉFIR CON ROSAS BÚLGARAS Y LA TIENDA DE MI PAÍS

Una receta que simplemente es abrir dos frascos y mezclar con una cuchara y dar a conocer una tienda muy interesante por su escasez en mi barrio.

Vivo en el barrio de Tetuán de Madrid, unos de los más antiguos, castizos y macarras de toda la villa. Y desde hace unos años también con una población inmigrante, especialmente latina, muy grande. Abundan por tanto los comercios y bares que comercializan productos americanos de todo tipo. Lo que escasea más son los locales y tiendas que vendan productos del Este, ya sean frescos o en conserva o congelados. Pues bien, hay una tienda bien interesante donde se pueden adquirir productos típicos de Bulgaria (de donde es la persona que lo atiende cuando yo he ido), Rusia, Ucrania, Polonia, Turquía y Rumanía. Está situada en la calle Jerónima Llorente número 38. Muy cerca del metro de Estrecho (linea 1) y no lejos de Francos Rodríguez (linea 7). El horario que tienen es un poco diferente a lo que estamos acostumbrados así que pongo foto para que nadie vaya y se encuentre la puerta cerrada.

No solo tienen alimentos, también cosméticos, como no podía ser de otra manera, los elaborados con rosa de Bulgaria, un producto delicado y exquisito como se sabe hace siglos. También unos huevos de dos yemas y otros enormes y muy frescos.

Lo mejor es pasarse por allí y preguntar si no entendemos algo. Un problema es que la mayoría de productos no vienen con etiquetas en español y puede costar saber lo que es exactamente o los ingredientes que contiene. Tienen bien separado los productos frescos, congelados, conservas, bebidas etc.

Yo he comprado un queso tipo feta, salchichas ahumadas muy ricas, puré de castañas con el que hice un brownie sin glutén, mermeladas de frutos del bosque, yogur etc.

Pongo unas cuantas fotos del exterior e interior así como de lo que comí en cuanto llegué a casa después de comprarlo: kéfir con miel de rosa.

El kéfir es uno de los alimentos más antiguos que se conocen. Está formado por el lactobacilus acidophilus y la levadura kluyveromyces marxianus. Fermenta la leche fresca y entera de vaca, oveja o cabra y desprende dióxido de carbono y pequeñas dosis de alcohol, trasforma la lactosa en ácido láctico. Por ello es muy saludable, se digiere mejor que cualquier otro tipo de lácteo, es muy recomendable para problemas digestivos e intestinales. De hecho el origen del término, que parece que viene del idioma turco quiere decir algo así como «agradable sensación». Se puede tener en casa pero es un pelín esclavo a no ser que seamos varios o lo consumamos a diario. Es como tener un hijo o una mascota que te demanda cada día un poco de mimo y cuidado además de alimento. Por ello es una solución estupenda comprar un buen kéfir como el que tienen en la tienda además a un precio más que justo.

Lo hay de dos tipos, yo he probado el más espeso, hay uno que es muy líquido, para beber y otro que puede tomarse casi como un yogur. Este es el que yo he tomado acompañado de pistachos que le van estupendamente o para hacerlo auténticamente búlgaro, con miel de rosas comprada en la misma tienda. La rosa la aprovechan para multitud de cosas, cosmética pero también usos culinarios como en este caso.