Este es un aperitivo estupendo si te gusta el queso y aguantas los olores fuertes. Si no es el caso mejor mira otras entradas del blog con otros perfumes.
Muy fácil pero con un toque sofisticado, el que le dan el hojaldre y el relleno. Podemos jugar mucho con nuestros gustos o con lo que tengamos en ese momento en casa. Con este queso combinan muy bien los frutos secos y los rojos, también las mermeladas o jaleas. Y un plus más…. se puede tener en el congelador guardado y cuando necesitemos hacer algo rápido pero con un cierto aire currado se mete al horno y se acabó.
Tan fácil como comprar un buen queso Camembert y una masa de hojaldre de calidad. Puede ser casero (solo al alcance de cocinillas de cierto nivel), fresco, congelado etc. El resto depende un poco de lo que tengamos en la despensa. En mi caso pistachos y mermelada de frutos rojos o arándanos y sésamo negro. Pero las combinaciones son infinitas.
INGREDIENTES
1 queso Camembert
Plancha de hojaldre
Frutos secos (en mi caso pistachos enteros)
Mermelada, confitura o jalea (en mi caso de frutos rojos o arándanos, pero puede ser casera o incluso de cebolla, pimiento o tomate)
Fruta escarchada o seca (yo no usé pero le va bien también poner orejones por ejemplo o pasas, al gusto)
Huevo (o yema solo) para pintar el hojaldre
Sal en escamas
Semillas de sésamo negro (o normal, o hierbas aromáticas, pipas etc)
ELABORACIÓN
Hacemos dos círculos en el hojaldre. Uno tiene que tener más o menos la misma forma y tamaño que la base del queso. La otra mucho mayor porque es la que va envolviéndole por encima.
En la parte alta del queso ponemos la mermelada, un par de cucharadas bastan. Encima picamos o ponemos enteros los frutos secos que más nos gusten. Puede ser de un tipo o mezcla de varios.
Cubrimos con el círculo mayor, recortamos el sobrante con unas tijeras, cuchillo o con una rueda de cortar pizza. Queda muy bien si ponemos con los recortes unas tiras para decorar el queso y de paso tapamos la unión de los dos círculos a modo de faja.
Si vamos a hacer al momento lo ideal es haber puesto a precalentar el horno a 200-220 mientras hacemos todo lo anterior. Pintamos con huevo batido con un pincel para que se dore y le podemos poner unas escamas de sal o unas semillas de lino, de sésamo o pipas. O nada, si se hace un adorno bonito con las tiras de hojaldre poco más necesita.
Y al horno unos 15-20 minutos o hasta que veamos que el hojaldre está bien hecho y dorado.
Otra opción es congelar cuando hayamos cubierto con el hojaldre. Se conserva perfectamente y luego puede hornearse directamente sacado del congelador después de pintarlo con huevo.
Se come con tostadas de pan, tipo pan seco, regañás, colines, y con fruta queda muy bien.
Recetas en mi maleta 